martes, 16 de marzo de 2010

Leyendas Mèxicanas Prehistoricas


Como ustedes lo podran saber, nuestro paìs es muy rico en historias fanasticas, sobre todo aquellas que vienen desde los tiempos de la colonia. Nosotros como locutores del programa, los invitamos a que busquen estas leyendas, las sigan difundiendo por que son parte muy importante de nuestra cultura. En este programa, contamos algunas de las leyendas de la epoca prehispanica mas fascinantes y he aqui algunas de ellas.

La Leyenda de los Volcanes

Había una vez un emperador que tenía una hija llamada Iztaccíhuatl, la cual se enamoró de Popocatépetl, un joven guerreo, valiente, inteligente y valeroso. El emperador veía con agrado el matrimonio de su hija.Cuando Iztlazíhuatl y Popocatépetl iban a celebrar su boda, los ejércitos declararon guerra al imperio, el emperador reunió a sus guerreros y confió a Popocatépetl la misión de dirigirlo en en los combates. Popocatépetl fue a la guerra tras varios meses de combate logró vencer al enemigo, antes de que el emperador supiera de la victoria, unos guerreros envidiosos informaron que Popocatépetl había muerto en combate. Iztaccíhuatl escuchó la noticia falsa y lloró amargamente. Dejó de comer y cayó en un sueño profundo, sin que nadie la lograra Cuando Popocatépetl regresó victorioso supo lo que había sucedido y buscó a Iztaccíhuatl, la cargó en sus brazos, tomó una antorcha y salió del palacio y nadie volvió a verlos. Después de varios días, todas las personas del valle de México se asombraron al ver dos montañas muy altas que habían surgido de la tierra y lanzaban llamas hacia el cielo. Se trataba de dos volcanes.Cuando el emperador los vio dijo a su pueblo: “Iztaccíhuatl y Popocatépetl murieron de tristeza porque no podían vivir el uno sin el otro. El amor los ha trasformado en volcanes y su corazón fiel arderá como una flama para siempre”.


Una leyenda hermosa y realmente fascinante y hermosa no lo creen. Asi mismo existe una leyenda mìtica sobre el sol y la luna y la creaciòn del maiz


La leyenda del Sol y la Luna
Antes de que hubiera día en el mundo, se reunieron los dioses en Teotihuacan.
-¿Quién alumbrará al mundo?- preguntaron.
Un dios arrogante que se llamaba Tecuciztécatl, dijo:-Yo me encargaré de alumbrar al mundo.
Después los dioses preguntaron:-¿Y quién más? -Se miraron unos a otros, y ninguno se atrevía a ofrecerse para aquel oficio.
-Sé tú el otro que alumbre -le dijeron a Nanahuatzin, que era un dios feo, humilde y callado. y él obedeció de buena voluntad.
Luego los dos comenzaron a hacer penitencia para llegar puros al sacrificio. Después de cuatro días, los dioses se reunieron alrededor del fuego.
Iban a presenciar el sacrificio de Tecuciztécatl y Nanahuatzin. entonces dijeron:
-¡Ea pues, Tecuciztécatl! ¡Entra tú en el fuego! y Él hizo el intento de echarse, pero le dio miedo y no se atrevió.Cuatro veces probó, pero no pudo arrojarse
Luego los dioses dijeron:-¡Ea pues Nanahuatzin! ¡Ahora prueba tú! -Y este dios, cerrando los ojos, se arrojó al fuego.Cuando Tecuciztécatl vio que Nanahuatzin se había echado al fuego, se avergonzó de su cobardía y también se aventó.
Después los dioses miraron hacia el Este y dijeron:-Por ahí aparecerá Nanahuatzin Hecho Sol-. Y fue cierto.
Nadie lo podía mirar porque lastimaba los ojos.Resplandecía y derramaba rayos por dondequiera. Después apareció Tecuciztécatl hecho Luna.
En el mismo orden en que entraron en el fuego, los dioses aparecieron por el cielo hechos Sol y Luna.
Desde entonces hay día y noche en el mundo.

La leyenda del maíz
Cuentan que antes de la llegada de Quetzalcóatl, los aztecas sólo comían raíces y animales que cazaban.
No tenían maíz, pues este cereal tan alimenticio para ellos, estaba escondido detrás de las montañas.
Los antiguos dioses intentaron separar las montañas con su colosal fuerza pero no lo lograron.
Los aztecas fueron a plantearle este problema a Quetzalcóatl.
-Yo se los traeré- les respondió el dios.
Quetzalcóatl, el poderoso dios, no se esforzó en vano en separar las montañas con su fuerza, sino que empleó su astucia.
Se transformó en una hormiga negra y acompañado de una hormiga roja, marchó a las montañas.
El camino estuvo lleno de dificultades, pero Quetzalcóatl las superó, pensando solamente en su pueblo y sus necesidades de alimentación. Hizo grandes esfuerzos y no se dio por vencido ante el cansancio y las dificultades.
Quetzalcóatl llegó hasta donde estaba el maíz, y como estaba trasformado en hormiga, tomó un grano maduro entre sus mandíbulas y emprendió el regreso. Al llegar entregó el prometido grano de maíz a los hambrientos indígenas.
Los aztecas plantaron la semilla. Obtuvieron así el maíz que desde entonces sembraron y cosecharon.
El preciado grano, aumentó sus riquezas, y se volvieron más fuertes, construyeron ciudades, palacios, templos...Y desde entonces vivieron felices.
Y a partir de ese momento, los aztecas veneraron al generoso Quetzalcóatl, el dios amigo de los hombres, el dios que les trajo el maíz.


Bueno pues esperamos que les hayan gustado estas leyendas, pero sobre todo, que las valoren y que se sientan muy orgullosos de toda la riqueza cultural que nos dejaron nuestros ancestros y que nosotros debemos de contarlas al mundo.

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